29 de enero de 2018

Los tres benefactores de Cuba



"Corre por aquí un dicho no exento de gracia y de verdad, según el cual «los tres benefactores indiscutibles de Cuba han sido, Cristóbal Colón, que la descubrió; José Martí, que la independizó, y... Sir William Van Horne, que construyó el Ferrocarril Central»...
Indudablemente, esta obra magna — eterno bochorno de nuestros gobernantes que no supieron o no quisieron acometerla, y legítimo orgullo de la generación que la ha visto realizada casi por arte de encantamiento en menos de dos años — ha venido a cambiar por completo la faz y el porvenir del interior de la Isla.
Surgen diariamente y se acrecen de un modo prodigioso, a ambos lados de la línea, poblados y caseríos, potreros y zonas de cultivo, que en plazo no lejano habrán transformado extensos eriales y dilatadísimas maniguas en otros tantos centros de producción que señalan para Cuba un espléndido porvenir.
El Camagüey, por su suerte, es el corazón de este nuevo núcleo de riquezas y de actividades que se condensan y adquieren personalidad de un modo rápido y bien definido".


27 de enero de 2018

Thomas Merton en el Hotel Camagüey

Foto: La Stampa

Tomado del artículo de Jesús Lozada Guevara, "Thomas Merton en la isla brillante" (al parecer esta es una versión reescrita del mismo artículo aparecido antes en la web)

"Sus pasiones regresaron en Camagüey, pero no tenía por qué preocuparse. Santa María del Puerto del Príncipe no era un lugar peligroso. Yo que soy de allí me limito a decirle a Tom que no toque esa tecla, que pueblo chiquito es averno grande, aunque aquella, mi ciudad, no es tan pequeña como la pintan ni tan grande como hubiéramos deseado. Es gracioso su dibujo: “ciudad muy insípida y soñolienta…en donde prácticamente todo el mundo estaba en cama a las nueve de la noche”.
En Camagüey siguió leyendo a Teresa de Cepeda, “bajo las palmeras grandes y magnificas de un jardín enorme que tenía enteramente” para él. Cintio Vitier cree que Merton se refiere al Casino Campestre, espacio lleno de árboles de diversas especies, en el que crece El árbol de la República, como lo llama el poeta Rafael Almanza; pero creo que se equivoca. El Casino es parque, no jardín, las palmas solo guardan la avenida que hoy conduce al estadio y, por la costumbre de las tiñosas de tenerlas por casa, nada de admirable ofrecen. Por debajo de ellas hay que andar en marcha apurada, y así no se puede leer. Bajo las palmas -flacas, pestilentes y manchadas- no hay bancos.
Más bien parece que nuestro amigo describe los jardines del antiguo Hotel Camagüey, antes Cuartel de Caballería del ejército español y hoy Museo Provincial Julio Antonio Mella (el nombre correcto es Ignacio Agramonte)  Es un jardín de palmeras enormes, con bancos y una fuente recoleta en la que un niño de bronce orina con inocente desfachatez. Rodeado de arcadas de medio punto, es un lugar solitario y silencioso, propicio para la lectura.
El Casino quedaba a las afueras del Camagüey de los años 40, el Hotel a dos cuadras de la Terminal de Ferrocarriles y a unas cinco o seis cuadras del lugar desde el que llegaban y salían los ómnibus de la línea Santiago-Habana, en la calle Avellaneda. Además, para leer en el Casino hay que disponerse a viajar, y los hoteles de la época estaban distribuidos en las calles del centro, y el Hotel Camagüey estaba en los inicios de la Avenida de los Mártires.

A favor de la hipótesis de Vitier está la devoción de Merton por la Virgen de la Caridad, motivo de su peregrinar. Para ir a saludarla en Camagüey hay que atravesar una avenida y llegar a un barrio, los de la Caridad, justamente, donde está el santuario diocesano. A su costado hallamos el Casino Campestre. Era aquella una zona bien comunicada, los tranvías, los coches, los ómnibus, llegaban hasta allí; pero el poeta no menciona esa iglesia, sino otra, la de Nuestra Señora de la Soledad, advocación rarísima, que le acompañó siempre".

26 de enero de 2018

Van Horne en la guía de Camagüey editada por el del MINTUR




"En el lateral izquierdo de la Plaza de la Revolución se levanta la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular. Este edificio, fundado en el siglo XIX por el comerciante catalán Zenón Carbó, fue luego propiedad del mundialmente famoso ingeniero Sir William Van Horne; posteriormente, desde 1927 y hasta 1961, fue el lugar donde radicó la Escuela Normal para Maestros. Fue adaptado para su actual función en 1998".

13 de enero de 2018

Dos reglas para tratar con los cubanos según William Van Horne


When he got his railway builders together, he laid down two imperative rules, which were as follows:

Rule 1- When you meet a cuban, never allow him to be the first to off with his hat.

Rule 2- When a Cuban bows to you, always bow twice in response.


Publicado por The Cuba Review, octubre 1913

9 de enero de 2018

Iglesia San Francisco. Postal # 45. The Cuba Railroad


Fotos: © www.elhotelcamaguey.com

Una de las vistas de la desaparecida Iglesia de San Francisco en Camagüey, donde hoy se levanta la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Enviada por M. L. Kelly a Hildegarde Kunkel en Ohio a principios del siglo XIX. Evidentemente el jardín al que se hace referencia no podía ser otro que el del Hotel Camagüey.

28 de diciembre de 2017

El Manneken Pis en los jardines del antiguo Hotel Camagüey

Foto: Orlando Durán Hernández. Periódico Adelante. Camagüey. Cuba


"Sobre el 1920 el acaudalado notario y hacendado camagüeyano Juan Bilbao Batista obtuvo en Bélgica una réplica de la estatuilla y la trasladó como pieza curiosa más que histórica al jardín de su vivienda en la calle 17, en el Vedado, La Habana. A poco la hizo llevar a la casona colonial de su finca Ingenio Chiquito, situada a poca distancia de la ciudad de Camagüey.
Al concluir en 1946 las obras de remodelación del edificio de la selecta Sociedad Liceo, hoy Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella, Bilbao Batista donó la figura para la fuente construida en el patio central de la sociedad que albergó a lo más selecto de la burguesía lugareña. Luego del triunfo de la Revolución, se estableció allí el Consejo Provincial de Cultura, y a partir del 1ro. de junio de 1963, la Biblioteca Provincial.
Equivocados conceptos moralistas de la etapa e ignorando el valor de la pequeña estatuilla que adornaba el interior del inmueble hicieron que funcionarios de Cultura decidieran retirarla y enviarla a los almacenes del Sector Provincial de Comunales, situados entonces al final de la calle Maximiliano Ramos, hasta que en 1977, con las obras de restauración del Teatro Principal, la figura fue colocada en la plazoleta situada ante el coliseo.
Sin embargo, años más tarde se quitó de ese sitio al remozarse la plaza, colocando en su lugar una escultura dedicada a Talía, musa de la comedia y la poesía pastoril, protectora del teatro, que es la que en la actualidad se encuentra en ese sitio.
El Manneken fue a dar de nuevo, junto con una montaña de escombros, a un callejón lateral del teatro, donde un buen día lo encontró Leonardo Pareta, taxidermista del Museo Provincial Ignacio Agramonte, quien conocedor del valor de la pieza lo comunicó al entonces director del Museo Provincial Ignacio Agramonte, Regino Avilés, y entre los dos hicieron gestiones para obtener la figura y colocarla de alguna manera en el patio del museo camagüeyano.
Sin embargo, la Dirección Nacional de Museos no aceptó que esta estatua, en pose tan impúdica y descarada, dijeron, adornara el patio de este edificio. A pesar de eso, Avilés decidió construir una fuente y en un extremo del jardín colocar la figurilla, la que desde entonces ha devenido patrimonio de la cultura cubana, situándola entre las piezas más admiradas por los miles de visitantes que recibe esa instalación"

Leer el artículo completo de Eduardo Labrada Rodríguez en Adelante

23 de diciembre de 2017

El Parque Leoncio Vidal de Santa Clara en las postales de la Cuba Railroad




Fotos: © www.elhotelcamaguey.com



Postal # 46 dedicada al "Parque Vidal" de la ciudad de Santa Clara. La Cuba Railroad emitió dos series de 48 (50) postales, con ligeras variaciones en la numeración. En este caso ambas coinciden con el mismo número.







16 de noviembre de 2017

Zenobia Camprubí en el Hotel Camagüey

El País: Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez, fotografiados el 2 de marzo de 1916, día de su boda en la Iglesia de St. Stephen en Nueva York.


Antonio Ramírez Almanza  en el capítulo 13 del libro "Zenobia Camprubí y la Edad de Plata de la cultura española" nos cuenta sobre la estancia de Zenobia en Cuba. Todo parece indicar, que el jardín que ella describe cuando visitó tierras Agramontinas se trate del patio interior del Hotel Camagüey, que según testimonios de innumerables huéspedes y viajeros,  era deslumbrante por sus exuberantes y exóticas flores y plantas. La iglesia Episcopal a la que hace referencia se localizaba en la propia Avenida de los Mártires, a escasas tres cuadras del hotel, por lo que si no estuvo hospedada en él la noche en que pernoctó en la ciudad, al menos debió haber pasado por allí esa misma noche, y al amanecer se motivó a regresar para volver a disfrutar del encantador jardín, placer que se perdió Juan Ramón Jiménez, quien prefirió quedarse en La Habana.

"De una semana antes de su marcha definitiva de Cuba, aún nos vamos a encontrar un último testimonio de su desprendimiento. No lo comenta en el diario pero se encuentra en Camagüey (entonces enclave de la colonia norteamericana), antiguo Puerto Príncipe, ciudad natal de Gertrudis Gómez de Avellaneda y de nuestra querida Graciela Palau de Nemes. Tenían allí los episcopales de EE.UU. una iglesia y una escuela dirigida por Mr. Goodin. Le habían pedido que les hablara a los niños: "lo que hice, para decirles tan sencilla y directamente como me fue posible, cómo era la guerra y para rogarles por trabajar la paz desde la niñez, atacando la guerra desde sus principios, que era la mala voluntad", nos cuenta".
"...Sin duda, hermosa es la descripción que nos hace de aquella jornada en Camagüey"

Postal # 34 de la serie emitida por The Cuba Railroad.


"…Las más sobresalientes impresiones del dia: el bello jardín que descubrí temprano en la mañana, más hermoso que como lo adiviné la noche anterior: masas de buganvilla, coralillo, palmas, me recordó el hotel en Fez que fue palacio del Cadí. Voluptuosos e inmensamente lujosos árboles del pan, bambúes, flamboyanes y laureles principalmente. Las viejas barracas, un espléndido fondo arquitectónico"