16 de noviembre de 2017

Zenobia Camprubí en el Hotel Camagüey

El País: Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez, fotografiados el 2 de marzo de 1916, día de su boda en la Iglesia de St. Stephen en Nueva York.


Antonio Ramírez Almanza  en el capítulo 13 del libro "Zenobia Camprubí y la Edad de Plata de la cultura española" nos cuenta sobre la estancia de Zenobia en Cuba. Todo parece indicar, que el jardín que ella describe cuando visitó tierras Agramontinas se trate del patio interior del Hotel Camagüey, que según testimonios de innumerables huéspedes y viajeros,  era deslumbrante por sus exuberantes y exóticas flores y plantas. La iglesia Episcopal a la que hace referencia se localizaba en la propia Avenida de los Mártires, a escasas tres cuadras del hotel, por lo que si no estuvo hospedada en él la noche en que pernoctó en la ciudad, al menos debió haber pasado por allí esa misma noche, y al amanecer se motivó a regresar para volver a disfrutar del encantador jardín, placer que se perdió Juan Ramón Jiménez, quien prefirió quedarse en La Habana.

"De una semana antes de su marcha definitiva de Cuba, aún nos vamos a encontrar un último testimonio de su desprendimiento. No lo comenta en el diario pero se encuentra en Camagüey (entonces enclave de la colonia norteamericana), antiguo Puerto Príncipe, ciudad natal de Gertrudis Gómez de Avellaneda y de nuestra querida Graciela Palau de Nemes. Tenían allí los episcopales de EE.UU. una iglesia y una escuela dirigida por Mr. Goodin. Le habían pedido que les hablara a los niños: "lo que hice, para decirles tan sencilla y directamente como me fue posible, cómo era la guerra y para rogarles por trabajar la paz desde la niñez, atacando la guerra desde sus principios, que era la mala voluntad", nos cuenta".
"...Sin duda, hermosa es la descripción que nos hace de aquella jornada en Camagüey"

Postal # 34 de la serie emitida por The Cuba Railroad.


"…Las más sobresalientes impresiones del dia: el bello jardín que descubrí temprano en la mañana, más hermoso que como lo adiviné la noche anterior: masas de buganvilla, coralillo, palmas, me recordó el hotel en Fez que fue palacio del Cadí. Voluptuosos e inmensamente lujosos árboles del pan, bambúes, flamboyanes y laureles principalmente. Las viejas barracas, un espléndido fondo arquitectónico"

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