Estación ferroviaria de Manatí, Las Tunas.
Al terminar la guerra contra España, Estados Unidos intervino en Cuba y se interesó por su red ferroviaria. Fue así como el ingeniero canadiense-norteamericano William Van Horne asumió la construcción del ferrocarril central, en específico de una línea que enlazara a Santa Clara con Santiago de Cuba.
Las obras comenzaron simultáneamente en ambas ciudades a fines de 1900. Miles de trabajadores fueron contratados. Finalmente, el 12 de noviembre de 1902 se colocó el último tramo de raíles y traviesas cerca de la ciudad de Sancti Spíritus. Se habían tendido 541 kilómetros de vía férrea. Tres días después partió de la estación habanera de Villanueva, rumbo a Santiago de Cuba, el primer tren que cubrió ese itinerario.
El paso del ferrocarril central por la otrora Victoria de Las Tunas tuvo su inauguración oficial el 16 de enero de 1903. Resultó una jornada de celebración. Según el periódico bisemanal El Eco de Tunas, «hubo fiesta y tocaron los acordeones de Florencio Sánchez y Mariano Ramírez».
La estación original era de madera y cinc. Por sus pésimas condiciones, en 1918 el Ayuntamiento Municipal acordó «interesar a la compañía ferroviaria la construcción de un local más apropiado a la importancia de la ciudad». Así, en 1927 se levantó el edificio de mampostería y tejas francesas que todavía conserva incólume aquella estructura.
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