"Corre por aquí un dicho no exento de gracia y de verdad,
según el cual «los tres benefactores indiscutibles de Cuba han sido, Cristóbal
Colón, que la descubrió; José Martí, que la independizó, y... Sir William Van
Horne, que construyó el Ferrocarril Central»...
Indudablemente, esta obra magna — eterno bochorno de
nuestros gobernantes que no supieron o no quisieron acometerla, y legítimo orgullo
de la generación que la ha visto realizada casi por arte de encantamiento en
menos de dos años — ha venido a cambiar por completo la faz y el porvenir del
interior de la Isla.
Surgen diariamente y se acrecen de un modo prodigioso, a
ambos lados de la línea, poblados y caseríos, potreros y zonas de cultivo, que
en plazo no lejano habrán transformado extensos eriales y dilatadísimas maniguas
en otros tantos centros de producción que señalan para Cuba un espléndido porvenir.
El Camagüey, por su suerte, es el corazón de este nuevo núcleo
de riquezas y de actividades que se condensan y adquieren personalidad de un
modo rápido y bien definido".
Interesante artículo. Gracias
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